lunes, 17 de marzo de 2014
Comentario Blas de Otero. Fidelidad
Creo en el hombre. He visto
espaldas astilladas a trallazos,
almas cegadas avanzando a brincos
(españas a caballo
del dolor y del hambre). Y he creído.
Creo en la paz. He visto
altas estrellas, llameantes ámbitos
amanecientes, incendiando ríos
hondos, caudal humano
hacia otra luz: he visto y he creído.
Creo en ti, patria. Digo
lo que he visto: relámpagos
de rabia, amor en frío, y un cuchillo
chillando, haciéndose pedazos
de pan: aunque hoy hay sólo sombra, he visto
y he creído.
Se trata de un poema de Blas de Otero perteneciente a la generación del 37. A través de la descripción de la España en guerra civil se deja ver el tema principal: el final de la guerra y la esperanza de un mañana mejor para España.
Después de ver como sufría el hombre en la guerra con la metralla rasgándole la piel corriendo por entre los escombros de los edificios (Unos huyendo y otros corriendo al asalto) uno puede creer en la paz futura si ve el cielo nocturno, el amanecer iluminando el cielo y los ríos como también personas que se oponen a esta desastrosa situación.
Se entreve en cada cosa u elemento que en un futuro la situación española cambiara.
El poema de Blas Otero se divide en tres estrofas. En las dos primeras se combinan versos endecasílabos y heptasílabos con rima asonante (a, B, A, b, A). En la tercera se rompe este esquema métrico en los dos últimos versos. Además cada estrofa marca la propia división interna del poema:
La primera parte (Versos del 1 al 5): Se centra en la creencia en el hombre a pesar de las barbaridades de la guerra que él ve.
La segunda (Versos del 6 al 10): Cree en la paz porque lo ve en la luz del amanecer, en las estrellas y en el hombre.
La tercera parte (Versos del 11 al 16): Se centra en la esperanza de una España mejor.
Existen elementos en este poema que nos adentra más en su significado. Por un lado el paralelismo existente en el principio de cada estrofa, que se rompe en el tercero para dar mayor profundidad a lo expuesto en el poema. El propio autor asegura haber visto lo que para el augura una mejor España futura. Porque ya no solo es “He visto” ahora es “Digo” casi como una afirmación rotunda.
También destaca la frustración del autor cuando aparece la aliteración en el verso 12 y 13 “Relámpagos de rabia” y la paranomasia en el verso 13 y 14 “Cuchillo chillando”.
El continúo “He visto” y “He creído” hace destacar la presencia continua del “Yo”, como un diálogo constante hacia la otra persona.
Con todo esto, Blas Otero, quiere llamar nuestra atención hacia la situación de España y la posibilidad futura que él ve de salir de ella.
El tema que trata el poema esta basado en un tiempo pasado en el que España se encontraba en una guerra interior: la guerra civil. Su manera de expresar aquello que vio es de gran interés ya que incluso mucho tiempo después logramos reavivar esa experiencia a través de las palabras evocadoras del poeta.
El poema pertenece a la etapa social de Otero. Esta etapa se divide en tres destacando el futuro utópico, etapa en la que se basa. Aparece muy claramente la oscuridad y las sombras en la primera estrofa que es todo aquello negativo del pasado y en este caso de la segunda estrofa, parte del presente que llevaran a luz que representa todo lo positivo, el futuro. Esto último lo podemos evidenciar en ciertos elementos como el cielo nocturno, el amanecer que se refleja en el agua de los ríos,…Se aprecia incluso lo que para Otero sera el cambio de perspectiva de la sociedad, habla sobre “Caudal humano hacia otra luz”, es decir, personas que harán cambiar la situación al cambiar de pensamiento y actuación.
A través de un tono muy serio al principio y posteriormente esperanzador nos lleva un contraste entre la situación de su presente y del futuro que cree expresado a través de la formalidad y de un conjunto de palabras muy elaboradas; un tono exaltado al principio y ágil y dinámico a partir de la segunda estrofa.
Nos expresa sus emociones, su ideal de mundo justo y libre que se cumplirá en un futuro donde el hombre vivirá en paz consigo mismo y en sociedad. Pero como hemos dicho esto pertenece al futuro utópico, el presente de la actualidad es algo bien diferente.
Esto nos lleva a reflexionar sobre la visión que todos hemos tenido sobre un futuro maravilloso pero que el resultado a sido justo lo contrario. Ahora estamos en crisis tanto económica como política. Ahora se lucha contra las nuevas leyes del gobierno. No creo que esta fuera la visión idílica que buscaba Otero.
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