Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.
Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.
Alzo la mano, y tú me la cercenas.
Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.
Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.
Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser —y no ser— eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!
Ser —y no ser— eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!
Este poema pertenece a la obra Ángel fieramente humano de Blas de Otero. En Blas de Otero el existencialismo aparece como respuesta a la crisis espiritual durante la cual pierde la fe. Por lo tanto el tema del poema, como podemos comprobar, es la duda existencial de Dios ante la pasividad de este por sus plegarias.
Podemos ver en su estructura interna tres divisiones: la primera es la indiferencia de Dios ante la llamada del poeta (primer cuarteto); la segunda (segundo cuarteto, primer terceto) representa el momento en el que le habla directamente a Dios diciéndole que le escuche y que no le ignore: “… Estoy hablando solo./ Alzo la mano, y tú me la cercenas…”; la tercera parte (segundo terceto) habla sobre el horror que es ser humano, tanto de las atrocidades que puede llegar a cometer como de las ataduras y la imposibilidad de ser un hombre libre: “¡Ángel con grandes alas de cadenas!”. Como vemos se trata de una estructura inductiva en la que la idea se expone al final del poema.
La estructura externa del poema está compuesta por dos cuartetos y dos tercetos, endecasílabos, de rima consonante y de arte mayor. Por lo tanto su estructura métrica es ABBA, ABBA, CDC, DCD. Estamos ante un soneto.
Podemos encontrar algunas figuras retóricas como:
personificación de la muerte con un cuerpo (primer verso) y el vacío (cuarto
verso); Encabalgamiento en prácticamente todos los versos de las dos primeras
estrofas; Antitesis “retumbar-silencio”, “ahogar-voz”, “sombras-verte” y “ser-no
ser”; hipérbaton en el verso 3 y 4 en el que se altera el orden de la frase y metáforas
destacables en el último terceto: “Esto
es ser hombre: horror a manos llenas…¡Ángel con grandes alas de cadenas!”.
En este poema Blas Otero busca creer en algo, intenta creer
en Dios quien le ignora deliberadamente. Otero necesita saber que existe algo
tras la muerte que la vida tiene algún sentido, con la cuál ante la posibilidad
de la inexistencia de Dios sufre una crisis existencial que plasma en sus
obras. Se aprecia el desconsuelo de no tener ninguna señal de Dios al que tanto
necesita en ese momento.
Existen otros autores que hablan sobre temas relacionados
con la fe y la duda existencialista como Antonio Machado en su poema “Es una
tarde cenicienta y mustia…”