sábado, 15 de febrero de 2014

Wislawa Szymborska: Gratitud.

Resumen

Aunque odiamos a ciertas personas conseguimos estar en paz con ellas porque aún así tienen un lugar en el corazón de alguien. Es por ello que al sentirnos bien pensando de esta manera, encontramos una forma de amor hacia aquellos a quienes odiamos o recelamos. No es un amor egoísta, sino una especie de amor respetuoso.


Tema principal

El sentimiento de paz hacia personas a las que odiamos.


Estructura y organización de las ideas

A través de la antítesis, la ironía y la contradicción la autora nos da a conocer el afecto hacia aquellas personas que no queremos. Este tema se encuentra al final del poema, con lo que la estructura con la que nos encontramos es inductiva, dividida en dos partes: la primera parte abarca desde "Debo mucho..." hasta "... ni procura arrebatar." Nos explica la nueva forma de apreciar a los no amados sin ser amor romántico o especialmente afectuoso como sería con aquellas personas a las que si queremos; y la segunda parte desde "No los espero..." hasta el final, donde se aprecia la antítesis entre amor generoso y egoísta siendo apoyado el amor generoso.


Comentario crítico

En el poema Wislawa Szymborska nos divide el amor en dos tipos: el afectivo y el egoísta, decantándose por el primero por ser el más honrado.

El amor egoísta es lo más parecido al amor romántico o cariñoso que tenemos hacia la familia, los amigos, las parejas,… Es decir, sólo abarca a un sector reducido del entorno social de cada persona. Por el contrario, el amor generoso está en todos los ámbitos, sea la persona que sea.

Esto último podría ser verdad en ciertos casos, pero no en todos. No todo el mundo puede llegar a sentir ese amor generoso. Es más, tal y como lo expone la autora no definiría ese sentimiento como honrado, sino como indiferencia hacia la persona: si  le va bien, bien y si le va mal, pos bien también. Al fin y al cabo por eso existe el sentimiento de odio, en cuyo caso contrario no se odiaría a la persona sino que nos sentiríamos afectuosos hacia ella.

En cuanto al llamado amor egoísta, éste aparece en todas las personas. Este amor viene dado porque la otra persona nos hace sentirnos bien y por tanto sentimos ese aprecio tan fuerte. Esa persona no nos resulta para nada indiferente, nos resulta importante en nuestras vidas y nunca desearíamos que le ocurriera nada. Por eso se llama amor y no de otra forma en cuyo caso hablaríamos de odio.

Puedes amar a una persona que antes odiabas o puedes odiar a una persona que antes amabas. Pero para sentir un mínimo de amor generoso hacia alguien, antes tienes que dejar de odiarla; porque el amor generoso hacia una persona a la que no se quiere, no es más que pura fachada.



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